Pilates para llevar: cómo mantenerte fuerte y en equilibrio mientras viajas
- MindBody Pilates Studio
- 29 may
- 2 Min. de lectura

¿Te ha pasado que vas de viaje, rompes la rutina… y a la vuelta sientes que todo el avance se perdió? Mantenerse en forma mientras viajas no siempre es fácil, pero tampoco es imposible. Si ya formas parte de una rutina de Pilates, puedes adaptarla, simplificarla y llevarla contigo —sin importar a dónde vayas.
Lo importante no es hacerlo perfecto, sino mantenerte en movimiento.
¿Se puede hacer Pilates mientras estás de viaje? Sí, y aquí te contamos cómo
Las vacaciones son un descanso necesario, pero tu cuerpo no entiende de pausas cuando se trata de movilidad, fuerza y energía. Abandonar completamente la actividad física puede llevar a letargo, dificultad para dormir y pérdida muscular.
La clave está en ser realista, flexible y creativo con tu práctica. Aquí te damos algunas formas de mantener tu conexión con el cuerpo mientras exploras el mundo.
1. Sé realista con tu tiempo

Viajar es sinónimo de agenda apretada. Hay mucho por ver y poco tiempo, así que no intentes replicar tu rutina completa. Haz espacio para entrenamientos exprés, aunque sean de 10 o 15 minutos. Elige solo los ejercicios clave que te ayuden a mantener la fuerza, la movilidad o la estabilidad que has construido. Lo importante es no romper el hábito.
2. Diseña una rutina de peso corporal

¿No llevas tus bandas, aros o no tienes acceso a un reformer? No pasa nada. Pilates nació con el peso del propio cuerpo como herramienta principal. Puedes armar una rutina efectiva con movimientos básicos como:
Bicicleta
Puente de hombros
Flexiones laterales
Estiramientos de columna
Respiración con conciencia
Prueba adaptar tu rutina habitual o aprovechar para explorar nuevos ejercicios que no sueles hacer. Viajar también es una oportunidad para descubrir.
3. Prueba clases locales
¿Y si en lugar de hacer tu clase solo, pruebas un estudio local? Busca espacios de Pilates en el lugar que visitas. Muchos aceptan clases sueltas o pases semanales para visitantes. Es una forma increíble de integrarte en la cultura, conocer nuevas personas… y moverte de una manera diferente.
Podrías terminar aprendiendo una técnica que no conocías, o simplemente conectar con otras personas apasionadas por lo mismo.
4. ¿Sin clase cerca? Llévala contigo
Si no encuentras un estudio cercano o prefieres entrenar por tu cuenta, puedes practicar con nuestro plan on-demand, donde encontrarás más de 300 clases de Pilates diseñadas para todos los niveles, disponibles en cualquier momento.
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Entrena en tu habitación de hotel, en una terraza, en la playa o donde quieras. Solo necesitas conexión… y tus ganas de moverte.
Viajar no tiene por qué frenar tu progreso. Pilates puede acompañarte donde vayas: en sesiones cortas, sin equipos, con clases grabadas o en estudios locales. Lo importante es mantener el vínculo con tu cuerpo y regalarle movimiento, incluso en medio de la aventura.
Porque cuidarte no es una pausa. Es parte del viaje.
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