top of page

De la lesión al movimiento: cómo el método Pilates puede ayudarte a sanar cuerpo y mente

Actualizado: hace 1 día


De la lesión al movimiento: cómo el método Pilates puede ayudarte a sanar cuerpo y mente

¿Qué pasa cuando tu cuerpo se detiene, pero tu mente sigue en movimiento? Una lesión puede frenar tus pasos… pero no tiene por qué frenar tu progreso.

Esto fue lo que vivió Julie Driver, profesora de Pilates, tras fracturarse el talón izquierdo. Lo que podría haber sido una etapa oscura, se transformó —gracias al Pilates— en una experiencia de conexión, aprendizaje y recuperación.

En agosto de 2021, Julie sufrió un accidente que la llevó a una cirugía reconstructiva del talón. Terminó con una placa de titanio, más de 11 clavos… y la indicación médica de no apoyar el pie durante semanas. Vivía con una bota ortopédica, día y noche, sin posibilidad de caminar con normalidad.

Mujer adolorida caminando con bastón

Sin embargo, en medio de esa inmovilidad, encontró un refugio: su estudio de Pilates en casa. Cada día, desde el suelo o con aparatos, Julie movía lo que podía. Cuando estuvo más fuerte, retomó sus clases virtuales. Lo que descubrió es algo que todos deberíamos saber: el método Pilates puede adaptarse a tu cuerpo, incluso en sus momentos más vulnerables.

Una lesión no tiene por qué aislarte del movimiento. Incluso si usas muletas, una bota ortopédica o estás saliendo de una cirugía, es posible trabajar otras partes del cuerpo para mantenerte fuerte, móvil y con buen ánimo. El cuerpo agradece cada movimiento consciente, incluso los más pequeños.

Durante la recuperación, una sesión de Pilates puede ayudarte a:

  • Evitar la rigidez en zonas no lesionadas.

  • Prevenir desequilibrios musculares.

  • Mejorar la circulación y el estado de ánimo.

  • Reconectar con tu cuerpo y tu respiración.



Pilates

Eso sí: siempre con la guía de un profesional capacitado y con ejercicios adaptados a tu caso.

Si estás atravesando una recuperación, es importante que hables con tu profesor antes de tu clase. Comparte tu diagnóstico, tu etapa de recuperación y tus miedos. De ese modo, podrán diseñar una sesión segura, que respete tus límites y al mismo tiempo mantenga tu cuerpo en movimiento.

Si eres instructor de Pilates, también hay recomendaciones que pueden ayudarte. Si no te sientes cómodo trabajando con una lesión específica, derivar al alumno a otro profesional no significa que no seas buen profesor. Todo lo contrario: muestra tu compromiso con la seguridad. También puedes coordinar con médicos o fisioterapeutas, ajustar el ritmo de las clases o programar sesiones privadas si es necesario.


Julie lo resumió así: “Mis sesiones de Pilates me liberaban el cuerpo y la mente. Incluso en reposo, merecemos experimentar la alegría del movimiento”.


Una lesión, además del impacto físico, muchas veces afecta el ánimo. Quienes están acostumbrados a una vida activa pueden sentirse frustrados durante un periodo de reposo. En esos casos, el movimiento adaptado se convierte en mucho más que ejercicio: es una forma de recuperar confianza, autoestima y energía.

Porque sanar no siempre significa quedarse quieto. A veces, moverse con cuidado es el primer paso para volver a confiar en el cuerpo. Y todos merecen esa oportunidad.


De la lesión al movimiento: cómo el método Pilates puede ayudarte a sanar cuerpo y mente

 
 
 

Comentarios


bottom of page