El dolor de cuello es una preocupación muy común durante las sesiones de Pilates, especialmente al realizar ejercicios que implican elevar la cabeza y el torso. Sin embargo, con la técnica adecuada y la conciencia corporal, es posible disfrutar de una práctica de Pilates sin molestias cervicales.
Aquí te compartimos una recopilación de los mejores consejos para evitar el dolor de cuello mientras haces Pilates:
Cuida tu postura inicial
Antes de comenzar cualquier ejercicio, asegúrate de que tu espalda esté bien apoyada en el suelo y que haya una correcta alineación cervical, de igual manera si utilizas máquinas. Utiliza cojines o toallas para ajustar tu postura si es necesario, manteniendo la cabeza y el cuello en una posición neutra.
Activa tus abdominales
Antes de levantar la cabeza, activa tus músculos abdominales mediante una exhalación controlada. Evita tirar del cuello o los brazos para realizar el movimiento y enfócate en trabajar desde el centro de tu cuerpo.
Controla el movimiento
Realiza los ejercicios de manera lenta y concentrada, prestando atención a las señales de tu cuerpo. Evita elevar la cabeza más allá de tu límite de control, ya que esto puede tensar el cuello y generar molestias.
Redondea tu columna
En lugar de mantener la espalda plana y rígida, imagina que te estás enrollando sobre ti mismo al levantar el torso. Esta acción activa la musculatura abdominal y reduce la tensión en el cuello y la espalda.
Mantén una buena posición de la cabeza
Durante los ejercicios, asegúrate de mantener una distancia adecuada entre la barbilla y el pecho. Evita presionar la barbilla hacia abajo o dejar que la cabeza caiga hacia atrás, lo que puede aumentar la presión en las vértebras cervicales.
Dirige tu mirada
Dirige tu mirada hacia tus rodillas mientras elevas la cabeza al realizar los ejercicios, en lugar de mirar directamente hacia el techo. Esto ayuda a alinear la zona cervical y reduce la tensión en el cuello.
Haz Pausas si es Necesario
Si sientes tensión acumulada durante el ejercicio, no dudes en hacer pausas para relajar los músculos y soltar la tensión. Escucha a tu cuerpo y no te fuerces más allá de tus límites.
Como consejo adicional, intenta realizar ejercicios específicos para fortalecer los músculos del cuello y los hombros, utilizando almohadas o toallas para apoyar tu cabeza durante los ejercicios que implican levantarla del suelo.
¡Recuerda que puedes adaptar los ejercicios de pilates según sea necesario para tu comodidad y bienestar!
Con estos consejos en mente, podrás disfrutar de una práctica de Pilates más segura y efectiva, sin preocuparte por el dolor de cuello.
Evita el dolor de cuello al hacer pilates
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